A contrapelo del discurso directo y rápido, de la silueta precisa de sus personajes y de sus conflictos sin pausa —rasgos que reclaman las convenciones del cuento breve—, las historias de esta extraordinaria colección se prodiga en amores juveniles apenas vislumbrados y en relaciones domésticas envueltas en laberintos asfixiantes a través de una prosa excesiva, fulgurante de metáforas y digresiones simbólicas. La compulsión de ensoñaciones y culpas de sus personajes se dibujan en líneas caprichosas, a ratos confusas, pero sin complejos a someterse a una imaginación bizarra o a una representación incómoda de la intimidad.

Con Radiografía de cuerpos salvajes, César Nieri ofrece las coordenadas de su personal anatomía literaria, que opta por la sensualidad de los mínimos gestos, para ser antes que representación de un paisaje real la imagen reveladora del destino humano como estigma.

Jorge Eslava