El narrador anónimo de esta novela busca una novela posible verdad de las cosas en Delia, una muchacha callada que trabaja en un fábrica y brilla en medio de la masa de obreros. El pasado, como una película, ocupa sus emociones y pensamientos. Recuerda a Delia en un murmullo imposible de fijar en palabras, invoncando las fuerzas escondidas de su nombre.
Sergio Chejfec -uno de los narradores argentinos más celebrados de su generación- nos propone una visión particular de los «seres anónimos, empujados por una fuerza inocente, impiadosa y brutal» que somos. Por eso, cada página de Boca de lobo va armando en el lector un mapa privado que asombra por su minucioso trabajo con el tiempo y los recuerdos.