En esta novela el vínculo madre e hija se explora en el desamor, la crisis, el deseo y el miedo. Sus cuerpos se conectan y desconectan en escenas salvajes, se odian y acarician, se reconocen unidas a un mismo cordón umbilical. De las mil maneras de contar esta historia, Ariana Harwicz escoge la más radical, experimentando una escritura que sorprende en cada giro, en cada descubrimiento. Hay belleza en ese ritmo perturbador, en la liberación que prometen las palabras: el sexo y el lenguaje, lo sórdido y lo violento, la exploración de los años, desde la niña que mira todo con inocencia hasta la mujer que observa su futuro en el rostro de su progenitora. Novela difícil de etiquetar, prueba contundente de que leemos en ella a una de las voces más originales de la narrativa latinoamericana.

«La débil mental de Ariana Harwicz, es una bomba nuclear de la literatura argentina reciente de una potencia excepcional», Silvina Ferreira