No es el amor lo que determina la unión de estos familiares, de estas parejas, de estos amigos, aunque lo parece. Amor, que implica necesidad, entrega, egoísmo, sumisión, rebeldía. Es algo menos nutrido pero más complejo que el amor, como si la empatía se vistiera de oscilación y, a manera de péndulos, los vínculos de estos personajes fueran de un lado a otro sin poder llegar más lejos; que de tanto ir, retornan al mismo sitio.
«En las relaciones entre amigos, entre miembros de familia, entre parejas, es donde habita el aliento narrativo de Ruiz Velazco, pleno de sensibilidad y de ganas de invitar a los lectores a pensar si, efectivamente, la felicidad puede ser un arma caliente», Pablo Brescia