¿Cuántas alternativas son válidas para ejercer nuestras relaciones filiales? Con una prosa que martilla, un ritmo singular y un ojo afilado, Harwicz ofrece al lector, no la respuesta a esa pregunta; sino el panorama de un camino que suele pasar inadvertido, pero que podemos penetrar desde el arte sin quedar sumidos en su oscuridad.