Alonso ha muerto en Moscú, de manera repentina y trágica, y Arturo se pasa los siguientes años luchando contra todo, principalmente contra sí mismo, para poder encontrar razones. Afectado en su máxima expresión. Arturo tratará de reconstruir el significado de la vida, el recuerdo, el amor, la amistad. Pero para ello deberá descender primero a las profundidades de su infierno más personalizado, porque solo allí podrá comprenderse como lo que es: un ser humano imperfecto que sufre. Por extensión su moralidad será sometida a juicio, junto a sus virtudes y defectos. También su calidad como escritor. Arturo quiere recordar a su amigo a través de la literatura, y para ello escribirá un libro que tendrá que defender más allá de la vida y la muerte. Dentro de una cabaña, frente al Kremlin ruso, se decidirá su destino.