“Miguel Sánchez Flores surge en el escenario de la reciente narrativa peruana con una voz sosegada, firme y elegante. Se mueve con confianza en una atmósfera de brumas, de preferencia cerca del mar, donde controla tanto la brisa como la ventisca. Ha creado al escritor Manuel Fontana, un personaje joven, pero adulto, que recuerda a varios alter egos de nuestra mejor tradición. Merodea el precipicio con altura, abre la puerta, mas no la cierra, y escribe, desde su primer libro, cuentos que recordaremos siempre”, Abelardo Sánchez León
“Existen metáforas muy elocuentes de las relaciones entre las ciudades y sus habitantes. Una de ellas es la de Luis Loayza quien, por cierto, habita en estas páginas. En sus relatos, los limeños no solo somos seres anfibios acostumbrados a la humedad, sino como tardes declinantes que, en consonancia con el sol que nos ha tocado ver, no solemos mostrar abiertamente un gran esplendor. En estos siete cuentos de Miguel Sánchez Flores —breves, contenidos, precisos—, se da un paso más. Los personajes centrales —no necesariamente de Lima, pero siempre orbitando en torno a ella— son como destellos opacos que se desplazan a otros lugares para terminar de eclipsarse, o para desaparecer al fin con un último estallido de luz. Ellos son las ciudades vencidas”, Marco García Falcón