En los veintiún cuentos de esta antología, Edmundo Paz Soldán recoge a los personajes más entrañables y enigmáticos de su narrativa corta. Mientras resuelven un crucigrama, ven el noticiero de la CNN, o adivinan su futuro en una baraja común y corriente, nos invitan a un espectáculo lejos de lo previsible. El espejo de la ficción nos hipnotiza. Y esos personajes saltan de las páginas para tomarse un trago con nosotros, caminan a nuestro lado, nos sorprenden con conversaciones que versan sobre el llamado de la infancia, la nostalgia de la juventud o la memoria del migrante. Los grandes temas están allí y son evocados en un tono que nos resulta cercano, familiar, amigo.
Tiburón nos ofrece una antología con los mejores paisajes narrativos de uno de los más importantes escritores de la narrativa latinoamericana contemporánea, pero también es un llamado a la contemplación de una realidad que se nos escapa y solo puede conservarse en la literatura.